Vieja mujer pegando la polla de caballo en el coño. Sabiendo lo mucho que el palo de un caballo es enorme esta corona no la cuidó y se fue sin decir a nadie a donde iría, la corona tenía cara Nueva Pero ya tiene 45 años y me gusta mucho la safadeza que puede tener una mujer sin que su marido sepa nada. Su marido era mucho mayor y por lo tanto ya estaba brocha, cuando ella quería tener sexo con él, los dos ya no podían hacer nada porque ella estaba muy cachonda y cuando quería hacer que le metiera la polla dentro, el viejo ya no podía endurecer la polla, fue entonces cuando tuvo la bonita idea de domar un caballo y que él fuera el devorador de animales que la hiciera sentarse y disfrutar sabrosamente encima de la polla, ella se divertía todas las tardes sin que nadie supiera nada.